Durante 40 años los trabajadores que han estado al frente de la representación de nuestro sindicato, integrados en un Comité Ejecutivo, respetaron los acuerdos emanados del Congreso General, del Congreso Especial, del Consejo General de Delegados, del Comité de Huelga y de las decisiones que votaron o avalaron los delegados, aún y cuando estos acuerdos estuvieran en contra de la opinión de quienes se encontraron al frente de dicho Comité. Sin embargo, en la actual gestión de Comité Ejecutivo los acuerdos avalados por los delegados no son respetados cuando están en contra de lo que piensa quienes están al frente de Comité Ejecutivo, es más, se privilegian las solicitudes que le hacen –personalmente– al Secretario General por encima de lo que establecen nuestros estatutos, o sea, por encima de la opinión de los delegados o de alguna instancia sindical.