Siguiendo el proyecto neoliberal salinista, la administración de Enrique Peña Nieto mantiene el proceso de privatización de servicios estatales, ahora intentan privatizar las pensiones de los trabajadores, convirtiendo el Fondo de Pensiones de los Trabajadores al Servicio del Estado (Pensionissste) en una paraestatal, para que se convierta en una empresa de participación estatal mayoritaria y compita en el mercado de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) sin responsabilidad para el Estado.